Un inversor tiene que observar bien los aspectos que indiquen una ventaja competitiva en relación a los competidores. Cuando una empresa tiene una ventaja competitiva puede vender sus productos a cambio de un margen de ganancia más alto que el de sus competidores. Además la empresa no necesariamente tiene que competir en precio con sus competidores; porque vende un producto con una oferta de valor único.