Se podría decir que Warren Buffett es un billonario excéntrico. Mientras otros billonarios se revuelcan en el lujo, Buffett sigue viviendo en la casa que compró hace más que 40 años por $31.500 (y no piensa mudarse a ningún lugar). Además tampoco le gustan las cenas lujosas, vinos exclusivos, smokings a medida o coches caros. Él continúa conduciendo su coche de segunda mano. Su hija (Susie Buffett) dijo que a su padre el dinero no le importa. Según ella Warren Buffett piensa que invertir es un juego, donde los dólares son el resultado de la victoria. Este estilo de vida combina perfectamente con su filosofía de inversión: simple, consistente y efectiva.
Para mucha gente invertir no significa mucho más que ver los gráficos de los precios de las acciones. Los gráficos frecuentemente se parecen a las caminatas de un borracho; los precios suben y bajan rápidamente. Y aunque estos son los gráficos de los precios de acciones de empresas reales, frecuentemente no se sabe con certeza que es lo que va a pasar en el futuro. El futuro de las empresas define el precio de las acciones. Para mucha gente, el mercado de acciones sigue siendo una lotería; el hecho es comprar acciones, sentarte en tu silla, y esperar que algo vaya a pasar.